¿Qué podemos hacer desde la Pastoral Penitenciaria para contribuir a la
humanización de las prisiones?. (31 de mayo de 2020)
Tema anterior:
En este apartado voy a analizar el compromiso del Papa Francisco con
las prisiones. No olvidemos que el Santo Padre todos los años visita alguna
prisión y en todos sus viajes apostólicos se obliga a tener algún encuentro con
los privados de libertad. Lo voy a hacer a dos niveles. Un primer nivel será
las grandes líneas que el Papa ha ido marcando en este aspecto. Y en un segundo
apartado me centraré en pequeños detalles, que el mismo Papa ha vivido en sus visitas
a las prisiones.
1. GRANDES LÍNEAS DE
HUMANIZACIÓN DEL PAPA FRANCISCO.
Creación del nuevo
Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.
Con fecha 17 de agosto de 2016 el Papa Francisco creó el Dicasterio
para el Servicio del Desarrollo Humano Integral. Este Dicasterio se ocupará de
atender a: “las cuestiones que se refieren a las migraciones, los necesitados,
los enfermos y los excluidos, los marginados y las víctimas de los conflictos
armados y de las catástrofes naturales, los encarcelados, los desempleados y
las víctimas de cualquier forma de esclavitud y de tortura” (1). Con la creación
de este nuevo Dicasterio la Iglesia hace una apuesta decidida por la defensa de
los colectivos más vulnerables, luchando por la defensa de su condición humana
y el respeto de los Derechos Humanos.
En las palabras a los Capellanes Nacionales de prisiones el Papa
Francisco les decía “Cuando encomendé al Dicasterio para el Servicio del
Desarrollo Humano Integral que hiciera patente la preocupación de la Iglesia
por las personas en particulares situaciones de sufrimiento, quise que se
tuviera en cuenta la realidad de tantos hermanos y hermanas encarcelados. Pero
no es una tarea señalada sólo para el Dicasterio, sino que es toda la Iglesia
en fidelidad a la misión recibida de Cristo, la que está llamada a actuar
permanentemente la misericordia de Dios en favor de los más vulnerables y
desamparados” (2). En esta alocución aparece claramente los objetivos de este
Dicasterio, la atención, también, a los encarcelados. Es pues, la creación de
este Dicasterio una apuesta fuerte por humanizar también el mundo de las
prisiones, y sobre todo hacer una apuesta por la dignidad de las personas que
están en prisión.
Eliminar la Pena de
muerte del catecismo de la Iglesia.
El 1 de agosto de 2018, el Papa Francisco da un paso decisivo por la
humanización de las penas de castigo, en este caso de la pena de muerte, que ha
mandado eliminarla del Catecismo de la Iglesia. El nuevo número 2267 dice “La
Iglesia enseña, a la luz del Evangelio, que la pena de muerte es inadmisible,
porque atenta contra la inviolabilidad y la dignidad de la persona, y se
compromete con la determinación de su abolición en todo el mundo” (3). El Papa a
la vez que suprimió la pena de muerte del Catecismo, animó a todos los países
del mundo a que hagan lo mismo en sus legislaciones particulares.
El Cardenal Ladaria, Prefecto de la Doctrina de la Fe, a raíz de esta
modificación escribió una carta a todos los obispos del mundo, donde entre
otras afirmaciones transcribe varios párrafos de los argumentos del Papa
Francisco para la eliminación de la Pena de muerte, “En esta perspectiva, el
Papa Francisco reiteró que “hoy día la pena de muerte es inadmisible, por
cuanto grave haya sido el delito condenado” (8). La pena de muerte,
independientemente de las modalidades de ejecución, “implica un trato cruel,
inhumano y degradante”.
(9) Debe ser también rechazada “debido a la defectiva selectividad del
sistema penal y frente a la posibilidad del error judicial” (10). Es en este
sentido en el que el Papa Francisco ha pedido una revisión de la formulación
del Catecismo de la Iglesia Católica sobre la pena de muerte, de modo que se
afirme que “por muy grave que haya sido el crimen, la pena de muerte es
inadmisible porque atenta contra la inviolabilidad y la dignidad de la
persona” (4).
El Papa Francisco cumplió un paso histórico para asentar una oposición
al máximo castigo porque atenta contra la inviolabilidad y la dignidad de la
persona. El nuevo texto argumenta que hay “sistemas de detención más eficaces".
Cuestionar la Cadena
Perpetua o Prisión Permanente Revisable.
El Papa Francisco elimina la cadena perpetua y endurece las penas
contra la pederastia, las filtraciones y el blanqueo. Publicó un “Motu proprio”
donde eliminaba la cadena perpetua en el Vaticano, en su código penal, y era
sustituida por una pena máxima de 30 a 35 años. Estas modificaciones entraron en
vigor el 1 de septiembre de 2013.
El Papa Francisco en numerosas visitas a distintas prisiones se ha
manifestado en contra de la Cadena Perpetua o de la Prisión Permanente
Revisable. A continuación, quiero recoger varias manifestaciones del Papa
Francisco en contra de esta pena:
“No hay una pena humana sin horizonte. Nadie puede cambiar de vida si
no ve un horizonte. Y tantas veces estamos acostumbrados a tabicar las miras de
nuestros reclusos. Llévense esta imagen de las ventanas y el horizonte, y
procuren que en vuestros países siempre las prisiones, las cárceles tengan
ventana y horizonte, incluso una pena perpetua, que para mí es discutible,
incluso una pena perpetua tendría que tener un horizonte” (5). Nos dijo a los
capellanes responsables de la Pastoral Penitenciaria de nuestros países que no
hay pena sin horizonte.
“El Papa Francisco subrayó la necesidad de que toda sociedad “garantice
que el castigo no comprometa el derecho a la esperanza y que se garanticen las
perspectivas de reconciliación y reintegración” (…) y refiriéndose a la prisión
perpetua afirmó: “La prisión perpetua no es la solución a los problemas y lo
repito: no es la solución de los problemas, sino un problema a resolver. Porque
si se encierra la esperanza, no hay futuro para la sociedad. ¡Nunca se prive
del derecho a empezar de nuevo!. Ustedes, queridos hermanos y hermanas, con su
trabajo y su servicio son testigos de este derecho: el derecho a la esperanza,
el derecho a volver a empezar” (6).
“Cada uno debe tener siempre la esperanza de la reinserción parcial.
Pensemos en los condenados a cadena perpetua, ellos también: “Con mi trabajo en
la cárcel” … Dar, hacer trabajos. Siempre la esperanza de la reinserción. Una
pena sin esperanza no sirve, no ayuda, causa en el corazón sentimientos de
rencor, tantas veces de venganza, y la persona sale peor de lo que entró” (7).
“Una condena sin futuro no es una condena humana: es una tortura…Toda
pena tiene que tener horizonte de reinsertarse de nuevo. Exíjanlo a ustedes y a
la sociedad” (8).
CONTINUARÁ.
Florencio Roselló Avellanas
NOTAS:
1 Papa Francisco. Motu proprio en la creación del “Dicasterio para el Servicio Humano Integral”. 17 agosto 2016.
2 Papa Francisco. Discurso a los participantes en el Encuentro Internacional para responsables Regionales y Nacionales de Pastoral Penitenciaria. Roma 8 de noviembre de 2019.
3 Nueva formulación del número 2267 del Catecismo de la Iglesia Católica. 2 agosto 2018
4 Cardenal Ladaria. Carta a todos los obispos del mundo sobre la modificación del número 2267 del Catecismo de la Iglesia Católica. 1 de agosto de 2018.
5 Papa Francisco. Discurso a los participantes en el Encuentro
Internacional para responsables Regionales y Nacionales de Pastoral
Penitenciaria. Roma 8 de noviembre de 2019.
6 Papa Francisco a los trabajadores del sistema penitenciario de
Italia. 14 septiembre 2019.
7 Papa Francisco. Discurso a los trabajadores de la prisión Regina
Colei de Roma. 7 de febrero 2018
8 Papa Francisco. Visita a la prisión de San Joaquín. Santiago de
Chile. 18 de enero 2018.
9 Papa Francisco. Discurso a los trabajadores de la prisión Regina Colei de Roma. 7 de febrero 2018
10 Papa Francisco. Discurso a los trabajadores de la prisión Regina Colei de Roma. 7 de febrero 2018
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